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Marco Stefanini, 57, no empezó como un informático. Formado como geólogo, dice que terminar su carrera en medio de una recesión es lo que lo llevó a tomar un camino distinto. “Cuando me dieron mi diploma en 1983, no había trabajos, así que empecé un programa de entrenamiento para convertirme en un analista de sistema en un banco”, dijo. “Pero siempre quise tener mi negocio propio”.
A finales de los 1980s Stefanini empezó a ofrecer programas de entrenamiento de informática. “Como dice el dicho: haz lo que mejor sabes hacer. Me gustaba enseñar y no requería nada de capital el abrir mi propia compañía. Solo necesitaba mi conocimiento”. Desde ahí su compañía creció hasta convertirse en un proveedor global de servicios de informática de $3 billones de dólares, operando en 40 países. La adquisición de un competidor de Estados Unidos en el 2011 fue lo que le abrió las puertas a China. “Tech Team fue nuestra adquisición mas grande y ellos tenían una pequeña oficina en China”, Stefanini le dijo a AQ.
De solo 30 personas en la oficina inicial, la operación ahora tiene 250 empleados –todos de China– y 15 oficinas a través del país apoyando a clientes globales que tienen operaciones en China, Corea y Japón. Stefanini dijo que están empezando con la segunda fase ahora, atendiendo a compañías chinas que tienen negocios fuera. “Nuestra tercera fase será entrar al mercado local, atender compañías chinas operando en casa”. Stefanini dijo que consideraron una adquisición para acelerar crecimiento dentro del mercado chino pero decidieron que lo mejor era aprender más sobre la cultura. “Todo en China es en una escala diferente, todo es gigantesco e increíblemente rápido.”
La velocidad es una cosa que Stefanini dice que todos pueden aprender de los chinos. “Son rápidos y no vacilan para cambiar un modelo de negocios o cambiar de decisión”. Stefanini tampoco se queda parado. “Estamos llevando a la compañía al siguiente nivel, para ofrecer soluciones digitales a múltiples sectores. Tenemos que seguir moviéndonos.”
El dice que el cambio en China pasa frente a sus ojos. “Hace solo siete años todo se pagaba en efectivo. Ahora inclusive un vendedor ambulante de cosas viejas tiene un código QR para aceptar pagos digitales. Aquí no solo aprendes, te despiertas.”
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Tornaghi es directora editorial para AQ
