¿Puede un nuevo año y una nueva estrategia ayudar a la coalición opositora venezolana, MUD, a resolver diferencias internas?
La oposición Venezolana ha tenido que auto-examinarse. A pesar de un año marcado por protestas masivas y rechazo internacional a las movidas antidemocráticas del presidente Nicolás Maduro, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), una coalición de partidos opositores, terminó el año con poco que celebrar. Sus esfuerzos para lograr un referéndum revocatorio para derrocar al presidente se desmoronaron cuando el Consejo Nacional Electoral descartó la opción a finales de Octubre. Negociaciones del gobierno mediadas por el Vaticano también fracasaron. Y el control de Maduro sobre el poder- que por meses parecía tan débil- se vio reforzado como nunca cuando el Tribunal Supremo de Justicia declaró ilegítima a la única institución controlada por la oposición, la Asamblea Nacional.
Pero los líderes de la MUD dicen que el 2017 será diferente, y han respondido a la creciente crítica sobre sus acciones con planes de reorganizarse, repensar su estrategia, y aprender de sus errores pasados.
“Este año, la MUD va a convertirse en un instrumento útil a la sociedad en esta lucha”, dijo Jesús Torrealba, el secretario general de la coalición, a AQ. Torrealba dijo que la MUD intentará llegarle a una porción más grande de alrededor del 80% de venezolanos que rechazan al gobierno de Maduro. Lo hará rotando a la administración e incluyendo más formalmente la participación de la sociedad civil- desde consejos comunales a organizaciones no gubernamentales- en el proceso de toma de decisiones. Torrealba agregó que el principal objetivo será llegar a un acuerdo sobre el plan de gobierno de la oposición para arreglar el problema económico e institucional de Venezuela.
“Pasamos todo el 2016 hablando de mecanismos que permitirían eventualmente la eyección de Maduro de la presidencia. Lo que no se le dijo nunca a los venezolanos es qué iba a pasar después”, dijo.
Para Félix Seijas Rodríguez, analista político y director de la encuestadora Delphos, esa manera de pensar llega tarde. “Por su estructura interna, la MUD no ha podido coordinar los distintos puntos de vista dentro de la alianza”, dijo a AQ. “La gente percibió eso, y el gobierno también”.
Esa puede ser la razón por la que a la MUD le costó canalizar el masivo descontento, expresado en las calles durante el 2016, para obtener concesiones del régimen de Maduro. Cuando olas de opositores marcharon en Caracas en las protestas del 1 de Septiembre, la oposición parecía llevar ventaja. Pero desacuerdos internos sobre lo que seguía, dejó a muchos de sus seguidores insatisfechos. Confusión dentro de la oposición cuando la MUD se sentó a dialogar con el gobierno, le dio al régimen espacio para ganar terreno, reducir la presión de hacer referéndum, y posponer elecciones regionales y municipales, según dicen analistas.
Mientras tanto, el apoyo a la MUD ha menguado. La asistencia a una marcha el pasado 23 de enero fue escasa. Y muchos de los que sí fueron, expresaron sus frustraciones con la MUD en voz alta. Por ejemplo alguien gritó, “Dejen la mamadera de gallo”, mientras que Freddy Guevara de Voluntad Popular, partido que pertenece a la MUD, pasaba. “Una lucha de desobediencia civil requiere de la unidad de toda la dirigencia y de toda la población”, Guevara admitió.
Una semana después, Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional y representante de Primero Justicia, partido que también pertenece a la MUD, dijo frente a un foro político, “Nos disculpamos por todos los errores que hemos cometido”.
Haciendo un “relanzamiento” de la coalición con el enfoque de unificar su mensaje y superar las diferencias internas, la MUD espera, de nuevo, canalizar acciones de calle organizadas y permanentes contra el gobierno de Maduro. Pero, en contraste con las marchas del 2016, Torrealba dijo que este año, las protestas se sostendrían incluso si se vuelve a dar una posibilidad de diálogo con el gobierno.
“Habrán protestas que se convocarán con tiempo de anticipación, así como protestas espontáneas para recalcar las necesidades específicas de la gente”, Torrealba dijo.
Con la expectativa de que el presidente estadounidense Donald Trump tome una posición firme contra Maduro y otros gobiernos de izquierda en la región, Torrealba agregó que la MUD intensificará sus llamados a la comunidad internacional a ejercer presión sobre el régimen para que se celebren elecciones.
Pero hablar de un consenso será mucho más fácil que lograrlo. Henrique Capriles Radonski, el gobernador de Miranda que confrontó a Maduro en las últimas elecciones y pertenece a Primero Justicia, ha expresado abiertamente sus dudas sobre el camino de la MUD. Recientemente dijo que está en desacuerdo en cómo la coalición está siendo conducida, y criticó a Torrealba por no lograr unir a sus partidos miembros.
Ante la pregunta de si hay o no un consenso sobre este plan para el 2017, Torrealba dijo, “Bueno.. estamos en el proceso de desarrollarlo”.
Será mejor que se apuren, dijo Asdrúbal Oliveros, economista venezolano y director de Ecoanalítica. “Mientras más tiempo se tome la oposición para construir esa estrategia, más fuerte se hará el gobierno y será cada vez más difícil derrocarlo”, dijo a AQ. Oliveros añadió que la manera en que se formó la MUD, como una alianza electoral para confrontar al ex presidente Hugo Chávez en el 2008, dejó a la coalición poco preparada para tratar con un régimen que se preocupa poco por permitir que hayan elecciones.
“Por eso es que la MUD está en ese proceso de re-descubrimiento”, dijo, “Pero ha sido muy lento”.
Que las rupturas dentro de la oposición están impidiendo que tenga éxito, no es nuevo para muchos venezolanos, que por 14 años con Chávez y más de tres con Maduro, se han preguntado frecuentemente cuándo será que los partidos dejarán a un lado sus ambiciones individuales para enfocarse en lograr una transición. A esa pregunta, Torrealba sólo tuvo una cosa que decir:
“Amén”.
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Krygier es una pasante editorial con AQ