Los argentinos amanecimos ayer—27 de octubre—con una noticia que nos dejó conmocionados, el ex-Presidente Néstor Kirchner había muerto. Era un día feriado por el censo de población, lo que hizo darle un marco más enrarecido a un día que cambió la política Argentina.
Néstor Kirchner murió a los 60 años, victima de una afección cardíaca que lo venía aquejando desde hace tiempo. Fue, sin dudas, el líder político más importante que tuvo la Argentina en la última década. Su partida deja un gran vacío tanto en su propio partido como para sus acérrimos opositores. Guste o no, casi toda la discusión política del país pasaba por Kirchner, ya sea para atacarlo o para apoyarlo. Eso deja a todos los sectores de la vida política en una situación difícil y llena de incógnitas. Hoy quedan más preguntas que respuestas.
Los partidarios de Kirchner han mostrado mucho dolor y han acompañado multitudinariamente en las calles. Todos los políticos opositores, que últimamente lo criticaban con ferocidad, han respondido con madurez, serenidad y expresando su apoyo a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. También casi todos han coincidido que la historia lo recordara a él como un buen presidente.
Cuando llegue el momento de reflexionar sobre el legado de la presidencia de Néstor Kirchner, no va a faltar la polémica. Para algunos será el gran presidente apasionado que sacó a la Argentina de su peor crisis contemporánea y le devolvió sentido a la política en el país. Para otros, un populista agresivo que abusó de las instituciones y promovió más divisiones entre los argentinos. A la historia le tocará juzgar eso. De todas maneras, creo que cuando traspasó el mando a su esposa en 2007, entregó un país un poco mejor del que había encontrado en el 2003.
A partir de ayer, la política en Argentina cambió. Es muy difícil hoy predecir que sucederá, ya que mucho depende de cómo la Presidenta Fernández de Kirchner reaccione personal y políticamente. Todos dan por descontado que es una persona de mucha fuerza y convicciones, por lo que la institucionalidad y continuidad de su gobierno está garantizada. Pero las elecciones presidenciales del año entrante generan muchos interrogantes.
La partida de Néstor Kirchner deja un vacío muy importante que afecta tanto al gobierno como a la oposición. La gran pregunta es quien tomará las riendas de la estructura política que hasta ahora lideraba Kirchner. ¿Lo hará la propia Presidenta? ¿Cuál será el rol del Gobernador de Buenos Aires Daniel Scioli y los demás gobernadores peronistas? ¿Quién contendrá al líder sindical Hugo Moyano?
En la oposición el panorama no es menos complejo, ya que sin Kirchner el anti-kirchnerismo queda desdibujado. El Peronismo Federal enfrenta desafíos importantes y uno de ellos es la cuestión de la reunificación. ¿Es posible imaginar un peronismo unido bajo Cristina Fernández, Daniel Scioli u otro Gobernador? ¿Se abre una oportunidad para una nueva generación de dirigentes como el Gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey?
En este contexto, la situación del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Mauricio Macri tampoco es clara. Una candidatura presidencial sin un soporte del Peronismo Federal se ve muy complicada, lo que llevará a Macri a repensar su estrategia también.
Por ultimo, la Unión Cívica Radical y sus aliados socialistas van a tener que reexaminar también su hoja de ruta electoral. El diputado Ricardo Alfonsín y el Vice-Presidente Julio Cobos corren con ventaja para alzarse con la candidatura presidencial. ¿Pero en una reevaluación de la estrategia, no sería oportuno pensar en el Senador Ernesto Sanz como alguien que pueda aglutinar a buena parte de la oposición?
Existen hoy más preguntas que respuestas. Solo el correr de los días traerá más claridad. Hoy el país esta de luto por la partida de un Presidente de la democracia. La Argentina lo despide en paz.