Este artículo está adaptado de la edición impresa de AQ sobre el combate a la corrupción en América Latina. | Read in English
CIUDAD DE MÉXICO — En una encuesta reciente, el 64% de los mexicanos dijo que su gobierno no estaba haciendo lo suficiente para combatir la corrupción. Bajo la administración del expresidente Enrique Peña Nieto, los escándalos parecían ir y venir sin consecuencias para los funcionarios corruptos.
Pero mientras los gobiernos mexicanos se mostraban reticentes, periodistas como Nayeli Roldán, una reportera de 35 años del sitio de noticias Animal Político, elevaron los costos de la inacción.
En septiembre de 2017, Roldán y sus colegas de Animal Político y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), un grupo de vigilancia, publicaron los resultados de una investigación sobre lo que se conoció como La Estafa Maestra. El esquema implicaba el desvío de millones de dólares de fondos gubernamentales a través de contratos irregulares con universidades públicas.
“Al principio…. lo veíamos en nuestro tiempo libre”, dijo Roldán. “No sabíamos lo grande que llegaría a ser.”
El trabajo de Roldán y sus colegas finalmente les valió el reconocimiento en México y en el extranjero, incluyendo el premio Ortega y Gasset de periodismo de investigación en 2018. Aunque Roldán señaló que pasó muchas noches sin dormir la semana anterior a que su informe se publicara.
“Estábamos acusando al gobierno de fraude. Si nos equivocamos en un solo detalle, podrían desacreditarlo todo”, afirmó Roldán.
En un país que a menudo es peligroso para los periodistas, Animal Político ya había demostrado su temple antes; sus reportajes previos ayudaron a expulsar del cargo a un exgobernador del partido gobernante, el PRI. Aunque todavía no se ha condenado a ningún funcionario público por su participación en La Estafa Maestra, el caso fue central en las acusaciones de corrupción —muchas de ellas reveladas por periodistas— que pesaron sobre Peña Nieto y el PRI en el período previo a las elecciones de 2018.
“Incluso si no ha habido un impacto legal, ha habido un impacto social importante”, dijo Roldán. “No hacemos periodismo para derribar un gobierno… Hacemos periodismo para que la gente tenga información para tomar decisiones.”
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Russell es corresponsal de AQ en la Ciudad de México