Desaparecerse del mundo bloguero es fácil cuando uno arranca un proyecto periodístico al que le dedica incansables horas. El primer sacrificio es abandonar aquellos espacios de opinión para volver a la rigurosa reportaría e investigación y sólo con el correr de la práctica, termina dándose cuenta que es capaz de hacer ambas cosas. O por lo menos intenta. Hace casi tres meses regresé a Colombia, esta vez como editora del portal Votebien—una plataforma de medios de comunicación, organizaciones sociales y cooperación internacional con el respaldo editorial de la revista Semana. Como reportera en la versión de 2010 en la que cinco colegas cubrimos las elecciones presidenciales, disfruté del periodismo serio, riguroso e independiente, y un equipo profesional incomparable. Viajé por buena parte del país, dicté talleres a colegas y aprendí de periodismo web y política 2.0 como nunca antes. Ahora con menos recursos y también menos periodistas, volvimos con el compromiso de cubrir las elecciones locales, un escenario de poder donde se juegan aún más los modelos administrativos, las cuotas burocráticas y la maquinaria electoral.
Los colombianos elegiremos en octubre ediles, concejales, alcaldes, y gobernadores en todo el país. Daremos con nuestro voto el poder a nada menos que 23 mil funcionarios públicos.
La preocupación de quienes apoyan la alianza y permiten que Votebien esté al aire es genuina: En Colombia las elecciones no son el fruto de un voto informado ni programático. Son, lamentablemente, escenarios donde presionan los grupos armados, las élites, los corruptos, el narcotráfico, los mafiosos y los políticos que por años se han quedado con la torta burocrática de sus regiones.
Son espacios donde se repite el proselitismo de bolsillo: ciudadanos venden su voto por unos billetes, un almuerzo, una teja para su casa, un subsidio que se convierte en la forma de amarrar agradecimientos y en el mejor de los casos un puesto en el Estado. Los políticos son especialistas en jugar con la pobreza del electorado y los votantes se quedan flotando, cada jornada, en el círculo de una práctica perversa: Prefieren recibir el beneficio inmediato y casi limosnero que les entregan por marcar una X condicionada en el tarjetón, pues así garantizan al menos obtener algo de lo que el elegido disfrutará con creces en sus cuatro años de gobierno.
Pero, lo que sigue faltando en Colombia es una reflexión profunda del poder que tenemos los ciudadanos en las urnas para detener esa práctica. Tenemos una capacidad única de romper esos círculos de malas administraciones y pueblos eternamente empobrecidos. La cobertura electoral para el ciudadano que hace Votebien, le apunta a ese objetivo: brindar todas las herramientas informativas para que el voto pueda ser libre, transparente y programático.
Es así como hemos establecido secciones como ”Ojo a la corrupción” y “Democracia bajo fuego,” para contar las historias en las que pobladores de municipios sitiados por corruptos y violentos no pueden cumplir con su ejercicio democrático libremente. Otras como ”Siga el dinero” busca ponerle lupa a la financiación de campañas y partidos que con dineros non sanctos terminan enquistándose en el poder. A través de ”cultura política” y “ABC electoral,” acercamos la política al ciudadano pues Votebien cumple también un contenido pedagógico vital que se aleja de la reportaría tradicional en la que lo importante es el candidato, las sedes de campaña que abre y sus discursos en plaza pública. Para nosotros lo importante es el votante, sus problemas, los de su entorno, los de su región y su ciudad. Y es el votante quien debe ponerle la agenda al candidato y no al revés, pues es así como se demanda la solución de problemas.
Y precisamente para que las promesas de campaña no sean compromisos sueltos o incluso fantasiosos, hacemos seguimiento a la viabilidad de las propuestas de los candidatos a través de la sección ”Dicho al hecho.” Algunos de ellos son invitados a nuestro estudio a realizar video chats en los que se enfrentan a las preguntas de los cibernautas sobre las necesidades urgentes de su ciudad. Otros se enfrentan a sus propios contrincantes en los debates que organiza Votebien en distintas regiones del país y transmite online a través de Terra TV.
En tres semanas al aire hemos realizado importantes especiales: En “Voto Vicioso” analizamos la forma como han venido votando los ciudadanos de ciertas áreas metropolitanas, cuyos municipios no salen del atraso y el abandono desde hace casi 20 años. En “El Partidor,” consultamos con los 12 partidos políticos colombianos legalmente establecidos, la forma cómo están entregando avales para sus candidatos y cómo vigilarán la financiación de campañas. También construimos el perfil de los aspirantes a la Alcaldía de Bogotá, la capital del país. Realizamos el organigrama de los Abadía una de las familias más poderosas del Valle, región plagada de narcotraficantes en el suroccidente de Colombia; y descubrimos cómo los candidatos violan las leyes de propaganda electoral. Hemos preguntado a los ciudadanos qué piensan sobre las prácticas corruptas de los alcaldes y a un experto internacional por qué las elecciones locales son tan corruptas.
Tendremos en adelante muchas historias de región con especial énfasis en ciudades capitales pero también en los municipios donde más riesgo hay de que la transparencia del proceso se altere.
Serán cinco meses más de intenso trabajo, en los que espero pasar por aquí de cuando en vez, para contarles en qué vamos. Mientras tanto los invito a que entren a la página y difundan el contenido del proyecto, pues la transparencia del proceso electoral en Colombia depende en buena medida de cuánto se le vigile. Y en eso el periodismo, juega un papel primordial.
Jenny Manrique es una bloguera que contribuye a AQ Online. Es periodista colombiana y fellow de la Fundación Internacional de Mujeres en los Medios (IWMF) y del Dart Center for Journalism & Trauma.