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“Vengo como un libro abierto, ansiosa de aprender la historia no contada de nuestros ancestros” rapea Ana Tijoux en el sencillo principal de su álbum de 2014 Vengo. “Vengo a buscar la historia silenciada”.
Es una declaración de intenciones del álbum, pero también podría describir la filosofía de la carrera de dos décadas de la artista. Tijoux, de 41 años, es una pionera del hip-hop chileno. Le dijo a AQ que su música le permite “contar las historias que se supone deberían ser borradas”. Con canciones como “Antipatriarca” (un grito de guerra por los derechos de las mujeres) y su activismo por las comunidades indígenas, Tijoux se ha ganado una reputación como una defensora de los oprimidos.
En algunas maneras, Tijoux es una narradora improbable de las historias de América Latina. Nació en Francia y se mudó a Chile solo cuando era una adolescente.
“Enamorarme de Chile y sentirme chilena no pasó de la noche a la mañana”, le dijo Tijoux a AQ.
Sus padres eran activistas de izquierda que escaparon a Francia en 1976 cuando la junta militar del dictador de derecha Augusto Pinochet los expulsó de Chile. Una infancia en el exilio le concedió a Tijoux una perspectiva única sobre temas como la raza y la globalización, así como el legado de Pinochet en Chile.
Tijoux afrontó lo segundo en su éxito de 2011 “Shock”, que cuestionaba el hecho de que Chile siguiera usando la Constitución de la época de Pinochet. La canción, una mordaz crítica del capitalismo neoliberal, se convirtió en un himno del movimiento estudiantil del país y le trajo reconocimiento internacional a Tijoux como una voz de la juventud frustrada de Chile.
Con su proyecto más reciente, Roja y Negro: Canciones de amor y desamor, una colaboración acústica con los músicos de jazz chilenos Raimundo Santander y Ramiro Durán, la artista nominada a los premios Grammy y Grammy Latinos toma una dirección mucho más romántica. La colección de canciones sobre amor y desamor, inspirada en parte por músicas folclóricas latinoamericanas, se desprende, al menos superficialmente, del activismo de los discos anteriores. El proyecto también es una nueva dirección estilística para Tijoux, quien canta más de lo que rapea en este disco de dos partes.
Tras una carrera tan colorida como la suya, parece apropiado que Tijoux siga desafiando expectativas. Tijoux le dijo a AQ que espera que sus fans sigan abiertos a recibir lo que sea que traiga el nuevo capítulo de su historia.
“Lo más hermoso que puede hacer un artista es sorprenderte”.
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O’Boyle es un editor senior de AQ