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“Cuando eres mamá, no puedes simplemente ignorar a tu bebé llorando de dolor. Quería mejorar su vida”.
Priska Díaz fue creativa desde que era muy pequeña. De niña nunca usó la ropa o la casa que venían con sus nuevas muñecas porque quería crear las suyas. Tras mudarse a los Estados Unidos desde Perú a los 17 años, Díaz mantuvo ese espíritu vivo, pues estudió en el Pratt Institute de Nueva York y comenzó una carrera soñada en diseño corporativo.
Pero la vida de Díaz dio un giro cuando se convirtió en madre por primera vez y su bebé comenzó a tener cólicos y gases como el resultado de ser alimentado a través de un biberón. La preocupación de la joven madre eventualmente se convertiría en una exitosa carrera como inventora y emprendedora.
“Cuando eres mamá, no puedes simplemente ignorar a tu bebé llorando de dolor”, dijo Díaz “Quería mejorar su vida”.
Usando su experiencia en diseño, Díaz comenzó a esbozar prototipos de un mejor biberón en la mesa de su cocina, a veces en servilletas. Su diseño evolucionó durante los siguientes tres años y se convirtió en el sistema de alimentación Bare Airfree, que toma ideas del diseño hermético de las jeringas de uso médico para prevenir que se formen burbujas de aire y evitar la típica incomodidad de los gases que viene con la alimentación por biberón.
Este biberón fue un gran éxito. Díaz se encargó ella misma de la primera ronda de ventas directas en línea, ganando 75.000 dólares en las primeras 48 horas. Finalmente consiguió una patente en 2014 y en 2016 la siguió con un contrato de ventas con uno de los principales distribuidores en Estados Unidos. Una base leal de clientes compuesta de madres ofreció retroalimentación, llevando a un rediseño y eventualmente a una certificación de Bare Airfree como un dispositivo médico para tratar el reflujo ácido.
El negocio de Díaz se transformó desde entonces en Bittylab, una holding con más de un millón de dólares en ingresos del producto Bare Airfree que planea expandir la distribución a México y a su Perú natal. Tras una década de innovación, Díaz anima a madres, emprendedoras e inventoras a colaborar y compartir ideas, en vez de mantenerlas en secreto.
“En mi experiencia, no es fácil copiar un producto… así que habla del tuyo con todas las personas que puedas”.
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Miller es el editor de producción de AQ