La búsqueda de la prosperidad y el bienestar es una constante de todos los pueblos. Las sociedades siempre han buscado soluciones para vivir mejor y desarrollar su potencial. En los tiempos recientes, como nunca antes, las tecnologías de la información han mostrado ser herramientas eficientes para elevar la calidad de vida de las personas y acercarlas al conocimiento. No obstante las posibilidades son muchas aún, y las tecnologías de la información pueden considerarse como la base para apuntalar la prosperidad y el bienestar en América Latina. Hay una pieza que debe tenerse en cuenta para el logro de la tecnología como habilitador del desarrollo económico y social de la región: La nube.
Decenas de miles de empresas de América Latina han adoptado, o están en proceso de adoptar, el cómputo en la nube para hacer más eficientes a sus compañías, hacer más productivos sus procesos y mejorar la forma de trabajo. Esto les permite crecer y contribuir a sus economías locales, lo cual se traduce en más empleos y, por lo tanto, en bienestar para sus comunidades.
De acuerdo a IDC, América Latina es la región con mayor crecimiento en adopción de tecnologías de la información a nivel mundial. En el 2011 el ecosistema de TI relacionado a Microsoft en la región genera $38,4 mil millones de dólares de los cuales el cómputo en la nube es parte importante. El cómputo en la nube permite que la información almacenada en servidores, en alguna parte del mundo, pueda ser proporcionada como un servicio bajo demanda. Así mismo, parte de sus efectos positivos son relacionados con la velocidad de adopción de nuevas tecnologías por empresas, instituciones y comunidades. Algunos factores en el pasado han retardado su proliferación, pero en la actualidad las dudas en torno a la seguridad, privacidad, interoperabilidad, manejo de datos y pérdida de control de información ya quedaron atrás y la nube comienza a crecer en impacto y adopción de manera acelerada para ayudar a empresas y economías de toda Latinoamérica.
En toda la región los gobiernos también notan estas ventajas y de la mano de la nube mejoran sus comunicaciones, a la vez que reducen costos y mejoran la administración de sus datos, tanto para procesos internos como para, más importante aún, establecer vínculos más efectivos con los ciudadanos con mejores servicios que a su vez son más fáciles de acceder. Esto no sólo en instituciones administrativas, también las instituciones públicas de educación y de salud han aprovechado estás ventajas para establecer procesos más eficientes y mejorar la accesibilidad de los servicios que ofrecen.
Un ejemplo concreto de esto sucede en Colombia y Chile, en donde las capacidades de la nube permiten mejorar y hacer más transparente el proceso de certificación de la calidad en la educación. En el caso colombiano, el ICFES (Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación) decidió colocar toda la información sobre los resultados de los exámenes de admisión a la universidad en una plataforma de cómputo en la nube. Los beneficios fueron obvios. Los resultados están hoy disponibles en poco tiempo ya que pueden conocerse fácilmente a través de Internet y ya no hay que esperar meses para que lleguen al colegio en un carro de seguridad blindado y en papel sellado para ser entregados personalmente. La información está disponible para padres, alumnos, colegios y todos los interesados en el proceso educativo. Lo mismo sucedió en Chile, en donde el Ministerio de Educación decidió hacer lo mismo para publicar los resultados de la pruebas SIMCE que miden la calidad de la enseñanza y de los colegios a nivel nacional.
Ese es el impacto de la nube que veremos multiplicarse durante esta década.
Con las empresas y los negocios veremos un impacto similar. Las empresas de todos los tamaños, en especial las pequeñas, adoptarán alguna forma de cómputo y servicios en la nube, en un claro reconocimiento a que las nuevas tecnologías pueden dotarles de un mejor posicionamiento en el entorno competitivo. Una encuesta realizada por Harvard Business Review Analytic Services muestra que el 85% de los negocios entrevistados usarán la nube de manera moderada o extensiva en los próximos tres años. Los encuestados, de cerca de mil quinientas empresas, señalaron que el principal atractivo de esta forma de cómputo es la capacidad para incrementar la velocidad y agilidad de sus negocios, así como reducir costos que se traducen en crecimiento, innovación y colaboración. Lo anterior provoca una adopción tecnológica acelerada. Cada vez son más los casos de éxito de empresas que se colocan en el mapa de la productividad y competitividad de la mano de este tipo de cómputo y aprovechan las nuevas características que las hacen ser más flexibles, ágiles y prácticas para solucionar problemas de negocios o para explotar nuevas oportunidades.
Gracias a la nube, los jóvenes pueden crearse sus propias oportunidades. Un ejemplo, que cada vez es más común, son los estudiantes recién egresados de instituciones superiores que logran crear sus empresas con el apoyo de la tecnología. Este es el caso de los jóvenes argentinos de “3 Melons” que desarrollan videojuegos en la nube y abrieron, con muchísimo éxito, una empresa para el diseño de entretenimiento en línea. Ellos son otro ejemplo de la década que estaremos viviendo en América Latina.
Si nos enfocamos en los estudiantes, base fundamental para el desarrollo de toda economía, podemos ver que la nube les permite a ellos y a sus instituciones educativas poder usar servicios y recursos que de otro modo serían caros y complejos de implementar. Ahora, con el acceso web y la nube vía los navegadores de última generación, pueden suplantarse los grandes servidores en las universidades por una fracción de lo que costaba en el pasado. Ahora una institución o empresa sólo tiene que pagar unos dólares al mes por usuario para tener acceso a complejas funciones que se realizan en un centro de datos en alguna parte de la nube. De esta manera este tipo de cómputo en la nube ofrece de manera sencilla y accesible grandes redes de sistemas y datos para las pequeñas empresas, instituciones y gobiernos, antes sólo imaginables para grandes consorcios. Ellos ahora pueden alcanzar tasas de beneficio superiores a 25 veces el costo, según un estudio de Booz Allen Hamilton.
Otro de los sectores que se verá impactado positivamente es el de las empresas de servicios tecnológicos. Los servicios de la nube no sólo son proveídos por grandes empresas, sino que muchas consultoras pequeñas aumentan sus ganancias y crecen al acercar a otras empresas de diferentes ramos estas soluciones.
Por todas estas razones es claro que el cómputo en la nube sea un detonador del crecimiento económico. La implementación de este tipo de procesamiento de datos permite reducir el costo en tecnologías de la información y enfocar esos recursos en innovación. El sector de tecnologías de la información es de vital importancia para el crecimiento económico de América Latina. La creación de economías basadas en la información y con acceso a centros de datos centralizados catapulta la eficiencia en costos. El cómputo en la nube es la base para acelerar el crecimiento económico en todos los sectores.
Pero el beneficio no sólo se encuentra en los estados financieros. También en el bienestar de la comunidad al dotar a las sociedades de herramientas para desarrollar de mejor manera su trabajo, mejorar su nivel de vida y reducir la brecha digital gracias a un concepto de negocio en que el usuario sólo paga por lo que usa.
En América Latina, estamos viendo la creación de 700 mil nuevos empleos y 6 mil nuevos negocios entre los años 2009 y 2013, según IDC, gracias a la nube.
Estamos convencidos que la tecnología impacta de manera importante en Latinoamérica para permitir que más negocios, más personas, más familias y más niños y jóvenes alcancen a desarrollar su máximo potencial.
Es la década de América Latina.