Un cauce y unos cuantos puentes son casi todo lo que físicamente separa la ciudad de El Paso, Texas con la de Juárez, México. Esa distancia corta esconde más que un siglo de historia que suele parecer insuperable para algunos. Pero para Alfredo Corchado, esa distancia pueda ser cruzada con tan solo una pluma.
Hijo de un bracero, Corchado, 57, se mudó a los Estados Unidos de Durango, México, con su familia cuando tenía seis años. Cuando era niño, recogía cosechas en el valle de San Joaquín en California, y después se fue a estudiar periodismo mientras trabajaba en el restaurante de su familia en El Paso.
Esta forma de crecer es una de las razones por las cuales el galardonado periodista y autor se considera una persona binacional.
“Siempre me he sentido muy Mexicano, pero ahora mirando hacía atrás … uno se da cuenta de que realmente no es el uno o el otro, sino parte de una comunidad norteamericana”, dijo Corchado.
Fortalecer estos lazos binacionales y ayudar a gente en ambos lados de la frontera a entenderse unos a otros ha sido la labor de su vida. Ahora jefe de oficina en la Ciudad de México para el Dallas Morning News, Corchado ha pasado la mayor parte de su carrera realizando reportajes desde los dos países. Ha reportado de todo desde la elección histórica de Vicente Fox en 2000 hasta la guerra contra las drogas que ha afectado a las comunidades de la frontera como El Paso y Juárez, a pesar de las amenazas de muerte que enfrentan los periodistas que cubren los carteles de droga de México..
Además de haber escrito dos libros, Corchado enseña a estudiantes sobre cómo reportar eficazmente sobre la frontera y sobre asuntos binacionales en su trabajo en el Cronkite School of Journalism de Arizona State University. Y mientras le preocupa el aumento en las tendencias nacionalistas y proteccionistas en ambos lados de la frontera, está convencido de que los lazos entre los dos países son difíciles de borrar.
“Está en los coches que manejamos, en la música que escuchamos, el tequila que probamos. … Nos hemos convertido más en una sola comunidad que dos comunidades separadas.”
Para Corchado, los casi 36 millones de mexicanos que viven en los Estados Unidos, y los casi 29 millones de turistas estadounidenses que visitan a México anualmente, en efecto hacen que la frontera sea un puente que vincula a una sola comunidad norteamericana, en vez de una barrera entre dos mundos distintos. Esa es una de las razones por lo cual es optimista sobre el futuro, incluso en el tenso ambiente político de hoy.
Y periodismo sirve como vehículo para cruzar esa frontera. Corchado lo llama la herramienta perfecta para “humanizar” los temas que actualmente dividen a los dos países que él considera su hogar.
“Yo nací en México, crecí en California y Texas,” dijo. “La frontera me define.”
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García es editora de producción de AQ