Este artículo fue adaptado de la edición impresa de AQ sobre la política del agua en América Latina | Read in English
La ola de turbulencia y cambio que han vivido los gobiernos de América Latina en la segunda mitad de la década ha impulsado un nuevo tipo de comentario. Este está liderado por comediantes, artistas y periodistas que usan el humor para moldear la conversación política y presionar a los poderosos. Algunos critican a los gobiernos de izquierda, otros a los de derecha, pero juntas estas mentes creativas están iluminando las políticas y decisiones de los gobiernos.
Malena Pichot de Argentina, una pionera del stand-up y escritora, ha usado su plataforma para advocar por los derechos de las mujeres en un tiempo en el que el movimiento feminista del país está ganando fuerza. Pichot, 37, dice que no está para convencer a nadie sobre política, pero, como otros de nuestra lista, no teme tomar lados.
José Rafael Briceño de Venezuela descubrió el humor tarde en su carrera de actor. Para él, el humor ayuda a los venezolanos a sobrellevar la realidad. “La comedia evita que la gente salte de un acantilado”, el comediante llamado “Profesor Briceño” le dijo a AQ.
La mezcla de humor, noticias y análisis de nuestros comediantes del Top 5 ha resonado con la audiencia de la región, como el éxito de La Pulla en Colombia y Greg News de Brasil atestan. María Paulina Baena, una de los anfitriones de La Pulla, dice que desea compartir su punto de vista mientras canaliza el enojo de los colombianos. Gregório Duvivier, el anfitrión del show inspirado por John Oliver de HBO, dijo que se sintió atraído a la comedia política a la par de que Brasil se estaba polarizando. En su show semanal, Duvivier combina varios talentos –escribir, actuar, comedia, poesía– para señalar a figuras que él ve como un peligro para Brasil.
Finalmente, el caricaturista Pedro X. Molina, el ganador del Premio por Periodismo Maria Moors Cabot en el 2019, ha encontrado una audiencia internacional para las caricaturas que usaba para “probar algo”. Molina se fue de su nativa Nicaragua cuando sus colegas periodistas fueron encarcelados o inclusive matados, pero su voz –o mejor dicho pluma– no ha sido silenciada.