Este artículo fue adaptado del reportaje especial de AQ sobre cómo cerrar la brecha de género | Read in English | Haz clic aquí para ver al resto del Top 5
CIUDAD DE MÉXICO — El papel estelar de Yalitza Aparicio en la película Roma (2018) le dio a la joven de 26 años de Tlaxiaco, Oaxaca, una plataforma inesperada desde la cual subrayar los desafíos que enfrenta su comunidad.
Sobra decir que ella ha sacado el máximo provecho de esto.
Desde que audicionó para la película por casualidad y obtuvo una nominación al Oscar como mejor actriz, Aparicio se ha convertido en una poderosa voz para los marginados y desatendidos, especialmente las mujeres indígenas.
Ha hablado en la ONU sobre la necesidad de proteger las lenguas indígenas, ha escrito sobre racismo en The New York Times y ha apoyado campañas a favor de los derechos reproductivos.
Pero la lucha por la protección legal de las trabajadoras domésticas, de las cuales el 95% en México son mujeres, es particularmente cercana al corazón de Aparicio.
“En un principio si lo tomé más como un asunto personal, porque mi madre era trabajadora doméstica”, declaró Aparicio recientemente a la PBS. “Pero me di cuenta de que no era la única mujer que no sabía lo que se merecía de acuerdo a la ley.”
La lucha de Aparicio —y su papel en Roma como Cleo, una trabajadora doméstica— forma parte de un esfuerzo más amplio para aumentar la concientización. En julio, México ratificó la OIT 189, que establece normas laborales mínimas para el trabajo doméstico. De los 2.4 millones de trabajadores domésticos del país, menos del 1% tiene seguridad social, según la organización no gubernamental NosotrxsMX. Pocos tienen acceso a créditos formales, y en medio de el COVID-19 son especialmente vulnerables. “Solo les quedan dos alternativas: dejar de percibir sus ingresos o arriesgarse a ser contagiados”, señaló Aparicio en un mensaje para la ONU, de la cual es embajadora de buena voluntad. “(Necesitamos) asegurar de que ellos y ellas también tengan derecho de quedarse en casa y a mantenerse sanos sin empobrecer aún más.”
El último proyecto de Aparicio es un canal de YouTube que combina historias personales con una seria discusión sobre los problemas que enfrenta México. En un video, Aparicio habló de las mujeres indígenas que admira, incluyendo a Yásnaya Elena Aguilar, una lingüista mixe, y Nancy García, co-protagonista de Aparicio en Roma que ahora dirige un programa que promueve la igualdad de género en los deportes.
“No soy la única y no seré la única”, dice Aparicio en el video. “Hay más personas, sólamente nos falta conocer”.