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Como caricaturista, Pedro X. Molina dice que su papel es usar humor y exageración para exponer una idea. Pero cuando el gobierno empezó a reprimir violentamente a protestantes en Abril del 2018, el trabajo de Molina súbitamente dejó de ser reírse.
“Siendo la realidad que estamos viviendo ahorita, tan exagerada, tan ridícula, a veces te toca estar en el bando opuesto, el bando de la razón, de la lógica”, dijo Molina, 43, cuya carrera empezó hace 20 años y ha evolucionado en tándem con el autoritarismo del presidente Daniel Ortega.
La crisis ha llevado a Molina, de vez en cuando, a reducir el humor de su reacción. Para hacer un homenaje a los cientos asesinados por la policía y grupos a favor del gobierno, Molina decidió dibujar sus retratos todos los días por un mes.
Las caricaturas de Molina han ayudado a abrirle los ojos a una audiencia internacional frente a la represión de la disidencia. Pero sus críticas al gobierno le han traído amenazas contra su vida.
El trabajo de Molina destaca la vice presidente y esposa de Ortega, Rosario Murillo.
Molina se fue de Nicaragua en la navidad del 2018 después de que la policía mató a un periodista, encarceló a otros dos, y saqueó la oficina de quien lo publicaba, la página de internet Confidencial. En septiembre, empezó una posición como profesor visitante en la Universidad de Ithaca en Nueva York, donde es apoyado por la Iniciativa de Ithaca City of Asylum.
Es el segundo exilio de Molina: se fue de Nicaragua a los 10 años, escapando la guerra civil de los años 80. El presidente de esa época? Daniel Ortega.
“Son ciclos que se repiten, desafortunadamente, en Nicaragua– y en todo Latinoamérica,” Molina dijo a AQ.
Este año, la habilidad y valentía de Molina fueron recompensadas por el prestigioso Premio María Moors Cabot para el periodismo en América Latina. Él es solamente el séptimo caricaturista y el tercer nicaragüense que gana el premio en las ocho décadas que lleva existiendo.
Molina dice que seguirá llamando la atención sobre lo que está pasando en Nicaragua, pero espera que su trabajo desafíe lo que él ve como la raíz de otros conflictos a través del mundo.
“Como ciudadano, me preocupa el fanatismo de todo tipo, ya sea político, religioso, ‘progresivo’, deportivo”, Molina dijo. “Como creador, estoy enfocado en luchar contra esto”.
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O’Boyle es un editor para AQ