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El sueño latinoamericano actual: un trabajo decente

Reading Time: 6 minutesLa tasa de desempleo juvenil de la región está creciendo rápidamente. He aquí un plan innovador para enfrentar este problema.
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“Una puerta a un nuevo mundo de posibilidades”. 

Así fue como Marisol, de 26 años, describió haberse inscrito a un programa local que enseña a mujeres jóvenes a escribir código de programación. Después de pasar seis meses en Laboratoria, Marisol se convirtió en una diseñadora web junior, escapando el ciclo de trabajos de bajo nivel y bajo salario para emprender una carrera de alta calificación y alta remuneración. Imaginen cuántos jóvenes como Marisol alrededor del mundo y de América Latina poseen el optimismo y la determinación para llegar a la puerta que les conducirán hacia oportunidades económicas, pero no tienen las llaves para abrirla.

La variedad de retos que enfrentan los jóvenes es enorme. Más de mil millones de habitantes del mundo tienen entre 15 y 24 años, convirtiéndoles en la generación más grande en la historia de la humanidad. Y, si expandimos la definición de “juventud” para incluir a todas las personas menores de 30, el número alcanza a más de la mitad de la población global. El 90 por ciento de estos jóvenes viven en países en vía de desarrollo que no logran proporcionar las herramientas que más necesitan para emprender sus vidas: educación y empleo.

En América Latina y el Caribe, la juventud se ve afectada por turbulencias económicas y, en algunos casos, por la fragilidad causada por desastres naturales o conflictos. Estas condiciones, que incluyen un crecimiento económico cada vez más lento en varios países, exacerban los retos que la juventud enfrenta al buscar entrar al mercado laboral. En la región, las tasas de desempleo juvenil suelen ser tres veces más altas que las de los adultos en general. Comparada con el resto del mundo, América Latina y el Caribe es la región que se espera que tenga el mayor incremento en su tasa de desempleo juvenil, la cual se estima que llegará al 17,1 por ciento en 2017, un aumento desde el 15,7 por ciento de 2015.

El futuro que enfrentan es complejo.

De los 108 millones de jóvenes que hay en América Latina y el Caribe, el 20 por ciento no estudia ni trabaja y una buena parte de ellos ha cesado por completo su búsqueda de trabajo. Entre los jóvenes que logran superar los retos económicos y entrar al mercado laboral, el 60 por ciento lo hace a través de trabajos informales con salarios bajos y sin prestaciones sociales. Aún así, desde 1991, se han implementado políticas públicas y se ha creado infraestructura en América Latina y el Caribe que permiten a los jóvenes ganarse un salario digno, reduciendo por la mitad la cantidad de jóvenes que pueden ser descritos como trabajadores pobres. Hoy, los jóvenes que trabajan y de todas maneras viven en condiciones de pobreza son menos del 10 por ciento de los trabajadores de la región, aunque la velocidad del progreso ha disminuido considerablemente en los últimos cinco años.

Enfrentando el reto del empleo juvenil

Reconociendo el reto del empleo juvenil en la región y en el mundo, en febrero de 2016 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó Iniciativa Global sobre Trabajos Decentes para los Jóvenes, su primer esfuerzo concertado enfocado en este problema. Liderada por la Organización Internacional del Trabajo (ILO), (por sus siglas en inglés), la Iniciativa Global es un catalizador único para incrementar medidas para impulsar el empleo juvenil. Está compuesta por gobiernos, el sector privado, organizaciones juveniles y la sociedad civil, interlocutores sociales, el sistema de la ONU, fundaciones, parlamentarios, organizaciones regionales y multilaterales, la academia y los medios de comunicación. La iniciativa es realmente un esfuerzo global e incluyente que busca ayudar a construir un mejor futuro para mujeres y hombres jóvenes.

En colaboración con sus socios, la Iniciativa Global está desarrollando planes de acción innovadores para mejorar la inversión de varios países en las siguientes áreas: trabajos “verdes” para jóvenes; habilidades digitales para jóvenes; pasantías de calidad: jóvenes en la economía rural; emprendimiento de jóvenes y autoempleo; jóvenes en situaciones de fragilidad; y jóvenes entre los 15 y los 17 años que trabajan en ocupaciones peligrosas.

Para orientar esta campaña y trabajar para ayudarle a la juventud de América Latina y el Caribe a ser exitosos en un mercado laboral en constante evolución, es crucial conocer sus preocupaciones y aspiraciones. Citi Foundation y la firma de encuestas Ipsos recientemente contactaron a más de 7.000 jóvenes en 45 ciudades globales, incluyendo Buenos Aires, Lima y otras grandes ciudades de la región, para averiguar más acerca de justamente esto.

Los resultados publicados en la Encuesta de Juventud Global 2017: Prospectos Económicos y Expectativas, mostraron que los jóvenes urbanos son notablemente optimistas y que creen en sí mismos y en sus futuros. Más del 80 por ciento de los jóvenes encuestados en América Latina confían en que tienen más oportunidades para conseguir sus metas profesionales y obtener éxito profesional que la generación que vino antes que ellos. Sin embargo, el hecho de que las oportunidades de trabajo para jóvenes que buscan empleo son escasas sigue siendo cierto, mientras que las avenidas que permiten a los jóvenes obtener las habilidades necesarias para los trabajos que están disponibles son limitadas.

Para aprovechar el enorme potencial de estos jóvenes, la Iniciativa Global busca encontrar maneras innovadoras de facilitar la transición de los jóvenes a la economía formal, ayudándoles a crear una base para tener un futuro próspero. Cumplir estas expectativas requiere esfuerzos sustanciales de gobiernos e interlocutores sociales en la región. En particular, es fundamental que las nuevas formas de empleo proporcionen un trabajo decente a los jóvenes, pues esto contribuye a un círculo virtuoso de crecimiento económico.

Habilidades, aprendizaje basado en el trabajo y el primer empleo

Los jóvenes están exigiendo recursos que los preparen para los trabajos de hoy, a la vez que les entreguen las habilidades que se necesitan para ser exitosos en el mercado laboral de mañana. El trabajo de ILO en América Latina y el Caribe ha revelado la importancia crítica que los empleadores dan no solo competencias y habilidades prácticas directamente relacionadas a los requisitos laborales, sino también competencias sociales. Las habilidades de liderazgo, la capacidad de resolver problemas y la habilidad de tomar acciones decisivas y de realizar tareas con confianza y creatividad son clave. Por ello, los programas que tienen un enfoque holístico en el desarrollo juvenil, que son diseñados para necesidades individuales y que ofrecen apoyo en plazos más largos, como servicios de coaching o de tutoría, son esenciales y están cada vez más integrados en las acciones de Citi Foundation y las acciones de ILO en la región.

El 81 por ciento de los jóvenes latinoamericanos encuestados por Citi Foundation e Ipsos creen que las pasantías determinan el éxito profesional, pero casi la misma cantidad cree que no hay suficientes oportunidades disponibles para ellos en sus ciudades. Juntar a mujeres y hombres con oportunidades de aprendizaje basadas en el trabajo les permite seguir cultivando las habilidades adquiridas a través de la educación y el entrenamiento, así como tener una exposición valiosa al mundo del trabajo. Para cerrar la brecha entre necesidades de empleadores y competencias de trabajadores, Citi Foundation se asocia con organizaciones regionales que entrenan a jóvenes para crear habilidades que se necesiten para ser empleados en industrias en crecimiento.

Cuando hablamos de América Latina, nos quedaríamos cortos si no discutiéramos el sector de la tecnología, una de las industrias con mayor crecimiento en la región y globalmente. De los jóvenes latinoamericanos que aspiran a perseguir carreras en el sector de la tecnología, solo la mitad tienen trabajos allí. Esto sugiere que los esfuerzos hechos para acelerar el proceso de transformación productiva hacia una economía digital más basada en conocimiento (así como inversiones en infraestructura, acceso y conectividad TIC) deberían complementar las iniciativas que apoyen el empleo juvenil.

Una primera experiencia laboral positiva determina el camino de una persona joven hacia el éxito. Más de la mitad de los jóvenes encuestados en América Latina sienten que la experiencia en el trabajo facilitaría una transición hacia un empleo estable y valioso. Programas como Primer Empleo y sistemas de pasantías de calidad han incentivado a las compañías a contratar a personas jóvenes y han permitido que los jóvenes comiencen sus carreras a través del aprendizaje práctico.

Juntos, marcando la diferencia para los jóvenes

Hay más trabajo por hacer y la Iniciativa Global sobre Trabajos Decentes para los Jóvenes provee una plataforma única para alimentar las aspiraciones de la juventud de hoy en día y las de la de la próxima generación. Solo al unir fuerzas con varios actores de los sectores público y privado, interlocutores sociales, sociedad civil y más, podemos imaginar un mundo en el que las mujeres y los hombres jóvenes tengan acceso a trabajos decentes en todas partes.

Para cerrar la brecha y ayudar a solucionar el reto del empleo juvenil, los socios de la Iniciativa Global sobre Trabajos Decentes para los Jóvenes tienen que trabajar en colaboración para apoyar los mil doscientos millones de jóvenes del mundo a llegar a su máximo potencial. En este contexto, y construyendo sobre el éxito de la iniciativa Pathways to Progress (Caminos al Progreso) de 2014, en febrero de 2017 Citi Foundation anunció un nuevo compromiso con la juventud urbana con una inversión filántropa adicional de 100 millones de dólares para impactar las vidas de 500.000 jóvenes adicionales en ciudades alrededor del mundo.

Los costos de no darle prioridad a la juventud son demasiado significativos, tanto económicamente como socialmente. Todos tenemos roles por jugar y Citi Foundation y la ILO tienen el privilegio de tomar parte de un trabajo importante que puede transformar las vidas de los jóvenes como Marisol, cuyos futuros colectivos determinarán el del mundo.

Brandee McHale es la presidenta de Citi Foundation y la directora de ciudadanía corporativa en Citi. Supervisa la estrategia global de concesión de fondos de Citi Foundation y lidera la iniciativa de ciudadanía de Citi. Es una acérrima defensora del empoderamiento juvenil y, bajo su liderazgo, Citi Foundation lanzó Pathways to Progress (Caminos al Progreso), la concesión más grande en los 20 años de historia de la fundación.

Azita Berar Awad es la directora del departamento de políticas de empleo que lidera las acciones de la ILO para promover empleo pleno, productivo, decente y escogido libremente. Lidera el trabajo de asesoría, la investigación y la cooperación técnica en campos relevantes como el empleo juvenil y los programas innovadores de creación de empleo.



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