Las elecciones del domingo pasado no sólo generaron un nuevo equilibrio de fuerzas en el Congreso sino que también reflejaron varias tendencias políticas.
El senador Uribe y 18 más
El resultado más destacado de la jornada electoral del 9 de marzo fue la irrupción del Centro Democrático como segunda fuerza política en el Senado. El estreno de un partido con más de 2 millones de votos—representando el 14 por ciento del total de los votos depositados—se convirtió en la noticia principal de las elecciones. A pesar de haber denunciado el Congreso como “ilegítimo” y corrupto en su cuenta de twitter, el nuevo senador Uribe confirmó que se posesionará en su escaño desde el Legislativo. La llegada de una bancada de 19 opositores de derecha al Senado no sólo reduce las amplias mayorías de la Unidad Nacional—el partido del presidente Juan Manuel Santos—sino que también obliga a recomponer las alianzas dentro la Cámara Alta. Los senadores conservadores y de la Opción Ciudadana (antiguo Partido de Integración Nacional—PIN) también subirán su cotización como nuevos “fieles” del Centro Democrático en el Senado.
Peñalosa, contendor
Con el 90 por ciento de las mesas escrutadas y casi dos millones de votos, Enrique Peñalosa se consolida como el ganador de la consulta del partido Alianza Verde. El ex-alcalde de Bogotá fue uno de los victoriosos de la jornada electoral del domingo, ya que su sorpresiva votación lo matricula de inmediato como un oponente de cuidado contra presidente Juan Manuel Santos. En una contienda por la presidencia, con un empate técnico en las encuestas por el segundo lugar entre cuatro opositores—Óscar Iván Zuluaga del Centro Democrático, Marta Lucía Ramírez del Partido Conservador, Clara López Obregón del Polo Democrático Alternativo y Enrique Peñalosa de la Alianza Verde—el desempeño de este último en la consulta podría inclinar la opinión a su favor. Dado que la mayoría de encuestas registran una eventual segunda vuelta, Peñalosa podría aprovechar el impulso generado por esa victoria para ganar unos puntos de más y consolidarse en el segundo lugar de las preferencias. Las próximas encuestas presidenciales responderán el interrogante sobre la fuerza de ese empujón y si Peñalosa alcanza a empatar con los otros aspirantes.
La izquierda: más individuos que colectivos
La izquierda también tiene su lugar en la lista de perdedores del 9 de marzo. El Senador izquierdista Jorge Enrique Robledo del Polo Democrático es el congresista más votado del país con 191 mil votos. Sin embargo, para el Senado de la República, la suma de los votos de los partidos Polo y Alianza Verde llegó a 1,1 millones y diez escaños. En comparación con los resultados del 2010 es un retroceso: en esa elección los verdes ganaron cinco curules y el Polo obtuvo una bancada de ocho senadores. A lo anterior se añade un ambiente generalizado de pesimismo y descontento social que se refleja tanto en el estado de ánimo del electorado como en las protestas que caracterizaron el 2013. El alto nivel de inconformismo contrasta con el bajo nivel de apoyo en las urnas tanto para la derecha (15 por ciento de los votos) como para la izquierda (9 por ciento). Entre la oposición de derecha y la de la izquierda, los votantes colombianos eligieron mayoritariamente la primera.
Uribistas en Bogotá
Las elecciones regionales de octubre del 2015 serán directamente afectadas por el nuevo mapa político. Los nuevos congresistas tendrán más de un año para escoger y promover sus candidatos para las alcaldías, gobernaciones y cuerpos colegiados locales. La capital es la plaza electoral más atractiva del país, con casi 5 millones de votantes potenciales, y fue la más drásticamente transformada el 9 de marzo. En la última década, mientras que la izquierda ha ganado la alcaldía y ha crecido en el Cabildo Distrital, los uribistas han mantenido mayorías relativas en las bancadas congresionales. El domingo pasado, Uribe y el Centro Democrático obtuvieron cinco de las 18 curules para la Cámara de Representantes en Bogotá.
Para una ciudad gobernada hace 10 años por alcaldes de izquierda es un resultado que prende alarmas. No es casualidad entonces que esta victoria de la derecha se dé en medio de la crisis política y jurídica que experimenta el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro. Hoy el mandatario capitalino enfrenta una doble tenaza sobre su mandato: una destitución de la Procuraduría por el manejo de la recolección de basuras y un proceso de revocatoria, apoyado por las firmas de más de 355 mil ciudadanos. A pocas semanas de la jornada de revocatoria de Petro en el 6 de abril, el péndulo de la opinión pública parece girar hacia la derecha y los partidos santistas, y lejos de los progresistas y la izquierda. Esto le quita fuerza a la defensa del alcalde y dinamiza el moméntum político de sus opositores, entre ellos los uribistas.
Preocupa la abstención
Colombia es un país donde aproximadamente la mitad de los votantes no participa en las elecciones. En el caso de los comicios legislativos esa cifra de abstención alcanza el 55 por ciento. El 9 de marzo de 2014 no fue la excepción: solo el 43,6 por ciento de los colombianos habilitados para votar ejerció ese derecho. De 14,5 millones de votos, más del 15 por ciento se perdieron: 10 por ciento fueron nulos, es decir mal marcados, y otro 5 por ciento fueron depositados sin marcar. A esto se suma otro 5,2 por ciento de los votantes que seleccionaron la opción del voto en blanco. En otras palabras, uno de cada cinco votos depositados en la jornada del 9 de marzo en Colombia no apoyó a ninguno de los 2.386 candidatos inscritos.
*Todas las cifras vienen de la Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia.