Estimado(a) Sr(a) Presidente(a):
El comercio y las relaciones entre México y Estados Unidos se han destacado como el objetivo de la campaña electoral de este año pero la retórica pasa por alto una realidad inequívoca. Como la siguiente persona que ocupe la silla presidencial de Estados Unidos, usted presidirá el inicio de lo que el Foro Económico Mundial denomina la “Cuarta Revolución Industrial”, una oportunidad de producir dividendos por US$100 billones.
Un abundante abasto de energía accesible, avances en robótica e impresión 3D, el desarrollo de materiales más fuertes y ligeros y otras innovaciones en lo relacionado con software, están generando una capacidad de manufactura que ya ha incrementado la productividad y eficiencia de la industria manufacturera establecida en Norteamérica. Usted debería dar pasos firmes para aprovechar estos avances en colaboración con México.
¿Por qué México? La importancia del comercio internacional para Estados Unidos es evidente –más de 38 millones de empleos en Estados Unidos dependen del comercio. Pero hay un hecho que apenas se ha vislumbrado en el periodo de campaña: México es el segundo consumidor más importante de la mercancía fabricada en Estados Unidos.
Si adopta una política comercial aislacionista tanto México como Estados Unidos se verán afectados. Tan sólo en Estados Unidos son seis millones de empleos los que se basan en el comercio con México. El país es el principal mercado de exportación para California, Arizona y Texas; y el comercio con México genera más de 200,000 empleos en varios estados, entre los que se encuentran Illinois, Ohio, Pennsylvania y Nueva York. El 40 por ciento de las importaciones de México a Estados Unidos tienen componentes fabricados en Estados Unidos. En otras palabras, las plantas situadas en México ayudan a sostener la Industria de Estados Unidos.
La tecnología será el siguiente factor de incentivo del crecimiento en Norteamérica. Concretamente, la tecnología de información –gracias en parte al vibrante y culturalmente diverso Silicon Valley– toca a todas las industrias. Mediante el big data (datos masivos) y la analítica, las compañías especializadas en energía están descubriendo nuevos yacimientos de petróleo y gas natural. Los avances en software están impulsando los modelos tridimensionales. La inteligencia artificial impulsada por software está sirviendo en la manufactura de robots cada día más inteligentes. La computación cognitiva está ayudando a los médicos a descubrir patrones no revelados para encontrar nuevas opciones de tratamientos altamente personalizados. Por otro lado, gracias al desarrollo de productos transfronterizos se pueden conseguir resultados extraordinarios, tanto en lo relacionado con productos físicos como digitales.
El Índice Global de Competitividad en Manufactura 2016, publicado por Deloitte, pronostica que Estados Unidos será el país manufacturero más competitivo del mundo para el año 2020, citando el talento y la adopción de tecnologías avanzadas como las características competitivas clave.
Sin embargo, el índice también señala la fortaleza de las asociaciones regionales como un factor coadyuvante. Por lo tanto, para sostener e incrementar la competitividad de ambos países no sólo se debe propiciar una frontera moderna que facilite el comercio, sino también continuar los esfuerzos de integración entre México y Estados Unidos, incluyendo el TLCAN y otras iniciativas binacionales que en la actualidad se encuentran en ciernes.
Un área clave de colaboración binacional debería ser la fuerza laboral. La industria tecnológica de Estados Unidos emplea cerca de 7 millones de personas y se pronostica que el empleo se incremente en un 18 por ciento para 2022. Pero, ¿de dónde vendrán los nuevos trabajadores? La influencia de la tecnología de información y la necesidad de las habilidades adecuadas ha permeado a tal grado que la Oficina de Estados Unidos de Estadísticas Laborales proyectó que, para 2020 habrá vacantes en 1 millón de empleos relacionados con la programación. En un evento del Brookings Institute celebrado en julio de 2015, David Cicilline, Congresista Demócrata por Rhode Island señaló: “En cada planta manufacturera que he visitado he encontrado que hay empleos disponibles y que no cuentan con las personas con las habilidades necesarias para ocupar los puestos”.
Las habilidades necesarias para el éxito en la Cuarta Revolución Industrial son profundamente diferentes. Las fábricas modernas necesitan trabajadores expertos en programación y manejo de equipo sofisticado. Sin embargo, hoy en día el mercado laboral de Norteamérica todavía está acostumbrado a los empleos de las décadas de 1980 y 1990 en la industria manufacturera.
La buena noticia es que los líderes de ambos países han reconocido el reto. En 2014 la Fundación México Estados Unidos para la Ciencia propuso una Iniciativa Binacional de Manufactura Inteligente (Binational Intelligent Manufacturing Initiative, BIMI) destinada a fomentar la capacitación en ambos lados de la frontera con el objetivo de sustentar el uso de tecnologías de información y comunicación en todos los aspectos del proceso de diseño y manufactura de productos avanzados. Esta iniciativa establece como prioridad el desarrollo de una nueva fuerza laboral para “manufactura inteligente” con el propósito de hacer la región fronteriza más competitiva y así atraer inversiones.
En el Diálogo Económico de Alto Nivel entre México y Estados Unidos, foro sostenido en febrero de 2016, Estados Unidos se comprometió a trabajar mediante el BIMI para modernizar las capacidades de TI en todos los elementos destacados del proceso de manufactura que ambos países comparten. Lo recomendable es que usted no sólo mantenga este compromiso, sino que encuentre maneras de extenderlo. Colabore con México para aprovechar las ventajas de la siguiente revolución industrial.
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Treviño es Presidenta y Directora General de Softtek. Bajo su liderazgo Softtek se ha convertido en la compañía de servicios de TI más importante de América Latina, habiéndose ganado el reconocimiento de Gartner y Forrester Research por ser el único proveedor no originario de India que representa una competencia significativa para el mercado de Estados Unidos.