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Cuando Soledad Chapetón derrotó el año pasado al alcalde de turno para convertirse en la primera alcalde mujer de El Alto, Bolivia, le dio un gran golpe al establecimiento político en lo que muchos consideran la ciudad más influyente de Bolivia. La joven ciudad de más o menos un millón de habitantes, la mayoría indígenas, fue primordial para el ascenso del presidente Evo Morales hace una década, lo que le ayudó al Movimiento Al Socialismo (MAS) a conseguir un cómodo asidero en la política de El Alto.
Hasta que llegó Chapetón. En marzo de 2015, la activista política y personalidad mediática del partido Unidad Nacional desbancó al alcalde Édgar Patana, del MAS, por un margen de 2 a 1 en la votación de su segundo intento por llegar al cargo. La Sole, como la llaman sus admiradores, es una educadora por formación que hizo de enfrentar la corrupción afianzada en esta ciudad vecina de La Paz de rápido crecimiento un punto fundamental de su plataforma electoral. La alcaldía, le dijo Chapetón a AQ, debería “beneficiar a todos los alteños y no sólo a las esferas altas”. No fue coincidencia, quizás, que Patana haya sido arrestado pocos meses después de la victoria de Chapetón, acusado de malversación de fondos.
Pero para Chapetón, de 35 años, luchar contra la corrupción es apenas un primer paso hacia una meta más grande. En su primer año ha implementado programas enfocados en el caótico tráfico de la ciudad y ha tomado medidas severas contra bares irregulares, a los que culpa por los altos niveles de inseguridad. Mirando La Paz desde una dura altitud de 13 mil pies (4150 metros), El Alto enfrenta muchos obstáculos complicados debido a su crecimiento explosivo en la década pasada, así que invertir en infraestructura, agua potable e iluminación pública son las principales prioridades para Chapetón. “La política”, explicó, “tiene que ser un servicio público, lo que creo que no vemos con regularidad en Bolivia, mucho menos en América Latina”.
El pragmatismo de Chapetón es apenas una de sus cualidades atractivas para los votantes. Al ser la hija de aymaras que inmigraron a El Alto, sus raíces indígenas le dan ventaja sobre rivales que le dan prioridad a la política étnicamente enfocada. El enfoque de Chapetón en identidad política trae más matices: como una mujer urbana que habla más español que aymara y que está más inclinada a usar una chaqueta de cuero que un vestido tradicional, ella es tan multifacética y dinámica como El Alto mismo.
“Nunca ha pretendido ser lo que no es”, dijo de ella Jorge “Tuto” Quiroga, un ex presidente y una figura de la oposición que, igual a Chapetón, trabajó en la Asamblea Constituyente en 2006, que fue la primera incursión de Chapetón en la política.
Desde que asumió el cargo, Chapetón ha mostrado una propensión por perturbar el status quo. Este febrero, Chapetón se pronunció en contra de una enmienda constitucional que le permitiría a Morales lanzarse para un cuarto período presidencial. La jugada fue riesgosa: una recesión económica había reducido los presupuestos municipales, lo que presionó a los alcaldes para mantener buenas relaciones con el gobierno y así recibir recursos financieros. “Había un silencioso ‘quid pro quo’ entre el gobierno nacional y las gobernaciones y alcaldías de la oposición: no se involucren en el referendo y los trataremos bien”, le dijo Quiroga a AQ. “La mayoría aceptó el trato.
Pero no Chapetón. Cuando, unos días antes del referendo, protestantes ocuparon la alcaldía y quemaron documentos oficiales, algunos sospecharon que era una represalia perpetrada por simpatizantes del MAS. Mientras que la victoria de Chapetón en un feudo del MAS encendió la especulación de que ella sería capaz de rejuvenecer a la oposición a nivel nacional, la alcalde aún enfrenta una resistencia considerable de grupos de interés alineados con el MAS, según dice Gustavo Bonifaz, un estudiante de doctorado que investiga temas de Bolivia en la London School of Economics. “Su potencial es inmenso”, le dijo Bonifaz a AQ. “Pero su transición hacia la política nacional dependerá de cómo navegue estos retos”.
Chapetón, por el momento, sigue enfocada en el trabajo en cuestión.
“Lo que venga en el futuro será determinado entonces”.
Este artículo ha sido actualizado para eliminar una descripción del partido Unidad Nacional como centro-derecha. También ha sido actualizado para clarificar la relación entre Chapetón y Quiroga.
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O’Boyle es un editor en AQ.